Garima no se dio cuenta del todo de lo mucho que disfrutaba de su carrera en el desarrollo de software hasta que se tomó un descanso para ocuparse de su familia. Empezó en 2005, y pronto desarrolló una pasión por la tecnología que le permitía canalizar su energía natural y su curiosidad por el mundo hacia algo gratificante. Sin embargo, fue durante su pausa profesional cuando llegó a apreciar plenamente lo importante que era su carrera tecnológica para su propia felicidad.
Así que volvió al trabajo para continuar su andadura tecnológica. Le gusta especialmente explorar las últimas tendencias y avances en la profesión tecnológica y, por eso, cuando conoció el desarrollo de Azure, sintió deseos de explorar las oportunidades que ofrecía. Para ella, la clave para tener éxito como profesional del software es esa necesidad de energía continua, el deseo de aprender cosas nuevas y explorar su potencial.
La importancia de una magnífica cultura de empresa
Después de varios años, se enteró de la existencia de Wolters Kluwer, que abrió sus primeras oficinas en la India en 2006. Amigos y compañeros le habían hablado de la cultura y el entorno de trabajo, donde la conciliación de la vida laboral y familiar se toma en serio y donde las personas tienen el control y la responsabilidad de lo que hacen.
Y fue la cultura de la empresa lo que convenció a Garima para unirse a Wolters Kluwer. Se incorporó durante la pandemia de la Covid, por lo que al principio trabajaba desde casa. Ahora, como muchas otras personas, ha adoptado un modelo de trabajo híbrido, y acude a la oficina dos días a la semana. Incluso así, la empresa es flexible, dice, permitiéndole llegar y salir de la oficina a horas que le dejan un tiempo libre imprescindible en su día para cuidar de su hija.
Equipos diversos trabajando juntos
¿Cuál es su papel como ingeniera jefe de producto? Dice que los equipos trabajan mediante sprints, lo que ayuda a todos a centrarse en sus tareas, y, como responsable, predica con el ejemplo. Todos empujan en la misma dirección, y ella pasa gran parte de su tiempo apoyando a los miembros del equipo, facilitando la colaboración con otros equipos e incluso haciendo ella misma el trabajo de desarrollo, ¡que por supuesto le encanta!
Es un trabajo difícil. Hay varios equipos que trabajan en aplicaciones y proyectos en las instalaciones, en la nube e híbridos. Todos colaboran para alcanzar sus objetivos, y también tienen que ser flexibles; los nuevos proyectos tienen que incorporarse a la carga de trabajo existente sin afectar al negocio. La clave es asegurarse de que todo el mundo se mantenga centrado y sea capaz de comunicarse con los demás fácilmente.
El crecimiento personal se consigue con una actitud abierta al aprendizaje
Para Garima, una actitud correcta hacia el aprendizaje es el atributo fundamental para tener éxito en la profesión del software. Si tienes una curiosidad natural por la tecnología, si tienes una actitud abierta a aprender sobre nuevos avances y nuevas formas de pensar, entonces podrás descubrir oportunidades más fácilmente. Por supuesto, también debes ser capaz de comunicarte bien.
Así que debes mantener siempre una actitud abierta al aprendizaje, ya sea leyendo sobre un tema, desarrollando tus conocimientos de forma práctica, debatiendo e intercambiando ideas con tus colegas u obteniendo certificaciones para consolidar tus conocimientos. Un profesional del software de éxito es como una esponja: siempre quiere saber más. Y, al final, la base de todo es tener la actitud correcta.